La digitalización de los procesos empresariales avanza a pasos agigantados, y uno de los cambios más significativos que afectará a empresas y autónomos en España es la obligatoriedad de la facturación electrónica. Este cambio, impulsado por la Ley Crea y Crece, busca mejorar la eficiencia, transparencia y control fiscal en las operaciones comerciales.
La facturación electrónica consiste en la emisión y recepción de facturas en formato digital, eliminando el uso del papel y facilitando su gestión y almacenamiento. En España, uno de los formatos más utilizados es el Facturae, un estándar XML desarrollado por la Agencia Tributaria, especialmente en las relaciones con la Administración Pública.
La Ley 18/2022, de 28 de septiembre, conocida como Ley Crea y Crece, establece la obligatoriedad de la facturación electrónica para todas las operaciones entre empresas y profesionales. El objetivo principal es combatir la morosidad y fomentar la digitalización del tejido empresarial.
Es importante destacar que, para cumplir con esta normativa, no será válido emitir facturas en formatos como Word, Excel, PDF o papel. Será necesario utilizar un software de facturación electrónica homologado que garantice la integridad y autenticidad de las facturas.
La transición a la facturación electrónica implica varios cambios en la operativa diaria:
Adopción de software homologado: Será imprescindible contar con un programa que cumpla con los requisitos técnicos y legales establecidos por la Agencia Tributaria.
Formación del personal: Es fundamental que los empleados encargados de la facturación estén familiarizados con el nuevo sistema para evitar errores y garantizar una transición fluida.
Adaptación de procesos internos: La implementación de la facturación electrónica puede requerir ajustes en los procedimientos contables y administrativos existentes.
Aunque la obligatoriedad pueda parecer un desafío, la facturación electrónica ofrece múltiples ventajas:
Reducción de costes: Al eliminar el papel y los gastos de envío, se generan ahorros significativos.
Mayor eficiencia: La automatización de procesos reduce errores y agiliza la gestión administrativa.
Mejor control fiscal: Facilita el cumplimiento de las obligaciones tributarias y mejora la transparencia en las operaciones.
Sostenibilidad: Contribuye a la reducción del impacto ambiental al disminuir el consumo de papel.
Para adaptarte a esta nueva normativa, es crucial que comiences cuanto antes a implementar un sistema de facturación electrónica homologado. Esto no solo te permitirá cumplir con la ley, sino que también mejorará la eficiencia y competitividad de tu negocio.